La Verdadera Historia del Descubrimiento de la Tumba Secreta de las Momias Reales Egipcias
La verdadera historia del descubrimiento de la tumba secreta de las momias Reales Egipcias, oculta durante los 10 años por los hermanos Abd el Rasul no se ha contado nunca.
Desde la sección Sabías Qué hablamos de una tumba egipcia secreta que los sacerdotes de unas dinastías posteriores, escondieron las momias reales de las dinastías XVIII y XIX.
Los míticos grandes faraones de la época más gloriosa del Antiguo Egipto.
Aunque varios escritores de la época inventaron sus propias versiones del drama, novelas cortas llenas de árabes «taimados» y cosas por el estilo.
En sus últimos años, Ahmed, que se hizo famoso como gran ladrón de tumbas, solía contarles a los turistas alguna historia fantástica sobre su descubrimiento.
Hay que desechar gran parte de esas historias.
Pero ciertos detalles comunes en algunos de los relatos que se conservan, pueden unirse y dar algo un poco más verosímil.
El Descubrimiento
Parece que la tumba se descubrió en 1871, diez años antes de que Brugsch entrara en ella.
Por entonces, algunos de los hermanos Rassul trabajaban como guías locales, y es posible que uno de ellos se fijara en la chimenea que hay sobre la tumba cuando subía por el Sendero de Agatha Christie, un atajo muy conocido para ir al Valle de los Reyes.
En varias chimeneas de los cerros, iguales a ésa, se habían encontrado ya varias tumbas. Y a los hermanos no les sería difícil reunir una partida de hombres y limpiar discretamente la arena del fondo de la chimenea, donde es fácil que se encontraran con la boca del pozo.
El problema de convencer a los cómplices de esa excavación de que en ese pozo no había nada, se resolvió, según Ahmed, mediante una serie de tretas.
La Tumba se descubrió en 1871.
Unas veces les decía que había visto en el corredor a un espíritu maligno, un afreet y, para que se convencieran, metía dentro de la tumba un animal muerto que apestaba.
O que otro de los hermanos había visto la entrada al corredor que se abría en el pozo, mientras que a los demás les pasó inadvertida por lo que, descorazonados al no conseguir nada, ya no volvían a trabajar allí.
Sin embargo, lo más probable es que todos los que tomaron parte en el descubrimiento pertenecieran a la misma familia. Y que además el secreto fuera conocido por un considerable número de personas.
El expolio de las Tumbas
Los hermanos aseguraron no haber entrado en la tumba más que en cuatro ocasiones, y aunque el botín fuera abundante, Brugsch, por ejemplo, no encontró un solo papiro.
Los objetos y las momias dejados en la tumba no estaban destrozados, como hubiera sido normal después del paso de los ladrones.
Algunos de los objetos que robaron sufrieron bastante por haber tenido que llevárselos con rapidez.
El Sudario de Tuthmosis III sin duda lo arrancaron de la momia a toda prisa, porque se dejaron varios trozos dentro del ataúd.
Pero, aparte de eso, los hermanos supieron actuar con mucha calma y tiento.
Según contaba luego Mohammed, él guardó otros muchos secretos, algunos casi tan extraordinarios como el del escondite de los reyes.
Mohammed Abd el Rasul recibió 500 libras esterlinas por revelar dónde estaba la tumba. Y es seguro que ese punto ya se habría negociado en alguna reunión anterior.
Pasadizos de las Tumbas Egipcias.
Se le dio también el cargo de capataz de las excavaciones del museo en Tebas, y Maspero comentaba que si sirve al museo con la misma habilidad con que nos ha engañado a nosotros durante tantos años, podemos tener la esperanza de hacer unos descubrimientos magníficos.
Ahmed, el hermano torturado, que había servido de escudo al cabeza de familia frente a las autoridades durante todos los interrogatorios, no se opondría a ese arreglo pues, por ser Mohammed el hermano mayor, a el correspondía decidir por todos los demás.
La recompensa en dinero estaría a disposición de toda la familia, en caso de
que lo necesitaran.
Y la verdad es que gran parte de ella fue repartida en pequeñas sumas entre parientes y amigos.
En el Museo del El Cairo
Cuando el vapor del museo llegó a El Cairo, el funcionario del gobierno cuyo oficio era cobrar los impuestos de todo lo que entraba y salía de la ciudad, se quedó sin saber qué hacer al ver los ataúdes reales.
Era un artículo que no figuraba en sus listas.
Por fin, decidió tasarlos como pescado seco, farseekh, una especialidad de El Cairo.
Una vez inspeccionados los ataúdes y su contenido, las cajas de los principales reyes se depositaron unas junto a otras en una sala pequeña del museo, y las demás almacenadas en otro sitio.
Gaston Maspero volvió a El Cairo unas semanas más tarde y, después de una breve inspección de aquel increíble acopio de reyes, marchó otra vez a Tebas.
Segundo Viaje a Tebas
Durante el segundo viaje a Tebas, Maspero y Brugsch, que le acompañaba, fueron a ver la tumba con Mohammed. Y probablemente durante esa visita le contaron los detalles de su descubrimiento y limpieza; información que en su mayor parte, no quedó recogida en ningún sitio.
A Maspero, un hombre fornido y musculoso, le bajaron al pozo para que pudiera entrar en aquella extraña tumba, que se iba ensanchando y tenía la forma de un telescopio.
Descubriendo las Reales Tumbas Egipcias.
Después de haber avanzado unos 6 metros, llega a la cámara funeraria de los reyes sacerdotes.
Esparcidos por los corredores, quedaban todavía muchos restos de telas de las momias y de los ataúdes, así como de coronas de hojas y flores que habían formado parte del ajuar funerario.
Maspero mandó que los sacaran de allí y desde entonces nadie ha vuelto a entrar allí más que una sola vez
La Expedición del Metropólitan Museum de Nueva York
Veinticinco años más tarde, la tumba fue examinada por una expedición del Metropolitan Museum de Nueva York.
Los americanos la encontraron en muy malas condiciones, con el techo en parte derrumbado. Debido probablemente a haberse secado la roca después de abrir y vaciar el recinto.
Entre la arena que había en el fondo del pozo, la expedición encontró algunos restos de un ataúd de la XVIII Dinastía, procedentes sin duda de la ocupación original de la tumba.
Por el estudio de las inscripciones encontradas en otros ataúdes, ya se sabía que había sido construida para Inhapy, una reina poco conocida. Y las marcas características de los canteros que trabajaron en esa tumba más pequeña y mejor hecha pueden verse todavía en una parte del pozo. Un resto de la tumba pequeña que más tarde fue ampliada para meter en ella las momias de los reyes.
Primeros estudios
En sus primeros estudios sobre la tumba y lo que había en ella, Maspero distinguía dos grupos de momias: primero, el de los reyes y cortesanos que antes tuvieron su propia tumba en el Valle de los Reyes.
Luego, un gran número de miembros de la familia sacerdotal, todos descendientes de Herihor, que habían reinado en Tebas, al final de la XX Dinastía, bajo la autoridad de los reyes del Delta.
Sólo los de este segundo grupo, enterrados en una serie de ataúdes muy decorados, y que encajaban perfectamente uno dentro de otro, tenían a su alrededor el ajuar funerario completo y ocupaban la última cámara de la tumba.
Es posible que los demás reyes hubieran estado todos metidos en la otra cámara que los Abd er Rassul los hubieran desparramado por los corredores arrastrándolos hacia la luz que entraba por el pozo y por la puertecilla.
Durante su visita a la tumba, Maspero hizo una copia de los grupos de escritura jeroglífica, conocida como hierática que rodeaban la puerta del fondo del Pozo.
Primeros estudios
Muchas de estas momias se expusieron en el antiguo museo del Cairo hasta que el 4 de abril de 2021 se abrió el museo NMEC – Museo Nacional de la Civilización Egipcia de El Cairo, cerca del Barrio Copto de la capital egipcia.
Momias Reales Egipcias.
En este museo, además de todo un subterráneo con diferentes salas con las momias reales egipcias, alberga varias colecciones de los diferentes períodos históricos de Egipto, el período predinástico, Imperios Antiguo, Medio y Nuevo, Etapa grecorromana, Período copto e islámico.
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Soy Javier Cubedo, curioso por naturaleza, bloguero por vocación. Creador de unas cuantas webs de viajes y en ATRÉVETE llevo las categorías de Sabías qué y la de Tecnología.
Pedazo de historia. Desconocida para la mayoría. Genial para una sección de este tipo. Felicidades Javi